La
biografía de Muzio Clementi está asociada al viaje. A los catorce años se fue
de Roma, su ciudad natal, a Inglaterra con Peter Beckford donde fijaría su
residencia definitiva y se convertiría más tarde en ciudadano inglés. Posteriormente,
a lo largo de su vida hizo constantes viajes por Europa que le llevaron entre
otros muchos lugares y repetidamente a París, Viena, San Petersburgo, Berlín,
Nápoles, etc. Miles y miles de kilómetros en busca de música, de conciertos, de
contactos comerciales, de historias de amor y amistad y, en resumen, de
conocimiento compartido con colegas e intelectuales. En una ocasión declaró su
intención de visitar España por sus intereses comerciales, pero también
musicales. Probablemente hubiera entrado por Barcelona, como hicieron Chopin y
Liszt años más tarde, y hubiera visitado la biblioteca de la Abadía de
Montserrat. Luego se habría dirigido a Castilla y con toda seguridad al
Monasterio del Escorial. ¿Y por qué no a Andalucía, la principal puerta de
entrada de sus magníficos pianos y lugar de encuentro asentamiento de negociantes
ingleses? Tal vez también hubiera visitado Lisboa, país permanentemente aliado
de Inglaterra y origen de su amigo Joao Domingo Bomtempo, quien en 1812 le
dedicó su Sonata op.9 No.1 para piano. Pero no pudo ser. Las guerras
napoleónicas y los constantes cambios de alianzas políticas que tuvieron lugar
durante los primeros quince años del siglo XIX lo impidieron. No obstante, las
trazas de su interés por España y sus colonias en América las encontramos en el
hecho de haber publicado en lengua española, probablemente traducida por él
mismo, su "Introducción al arte de tocar el pianoforte". También la
personalización de algunos instrumentos, la relación con Fernando Sor y con
otros músicos españoles en Londres, o el uso de ritmos, piezas y canciones
españolas muestran su interés hacia a la península ibérica.
El
pasado fin de semana, 3 y 4 de junio, fui invitado al V Simposio de Música Antigua
de Urueña (Valladolid) que se celebra con el lema El teclado a examen. El título de mi conferencia era
"Muzio Clementi y el piano". Se trata de un tema amplio que puede
presentarse desde muchos puntos de vista. Mi exposición consistió en un breve
repaso biográfico, un resumen de la aportación al piano como instrumento -Clementi
fue fabricante durante treinta años- y la contribución a la técnica y al
repertorio pianístico, con una especial mención a su influencia en Beethoven.
El contenido tal vez era demasiado amplio para una hora de charla, pero pude
dar una visión general que fue muy bien recibida por parte de una audiencia
formada por personas muy cultas y expertas en variados campos de la música.
El
sábado por la mañana tuve el honor de compartir ponencias con ilustres
especialistas que tuvieron lugar en el auditorio de la bodega Heredad
de Urueña, colaboradora del simposio y cuyos vinos pudimos disfrutar en las
cenas organizadas en la Casona, sede de la Fundación. La conferencia anterior a
la mía estuvo a cargo de Rafael
Marijuán, constructor y restaurador de instrumentos históricos, que ofreció
una interesantísima charla sobre la escuela castellana de construcción de
claves. Por la tarde hubo una mesa redonda dedicada al tema de “El intérprete
ante el teclado”, que reunía a diversos músicos. Antonio Baciero, experto
pianista y estudioso de la música española antigua, nos habló su experiencia como
intérprete desde sus inicios en Viena. El organista y musicólogo José Ignacio
Palacios habló del órgano y de las complicaciones a las que se debe encarar el
intérprete ante un instrumento tan variopinto. Berchtold Soergel y Ana Caramanzana, finos organeros, nos
hicieron comprender el aspecto espiritual y el concepto acústico que precede la
construcción de un instrumento tan singular y tecnológicamente complejo. Luis
Delgado, músico y persona de gran conocimiento y versatilidad, moderó la mesa.
Las
actividades del sábado culminaron por la noche con un concierto a cargo de Miriam
Gómez Morán, que tocó un piano Broadwood de 1832 restaurado por Antonio
Gómez Serrato. Interpretó tres sonatas de Beethoven (Patética, Claro de
Luna y Waldstein) con gran personalidad, virtuosa pulcritud y control absoluto
del instrumento. Cabe señalar que sus interpretaciones aportaban algo nuevo al
estándar al que estamos acostumbrados en obras tan conocidas, en concreto a la declamación
a menudo olvidada por otros intérpretes.
El
domingo fue día de visitas. Luis
Delgado nos mostró su extraordinario museo de instrumentos que recoge
miles de piezas entre las cuales abundan ejemplares de origen étnico de
procedencias diversas y que se pueden confrontar con instrumentos de los
inicios de la era electrónica. También hay una colección de instrumentos
copiados de pórticos de iglesias. Las explicaciones de Luis fueron de un
interés y una clarividencia extrema.
A continuación,
nos reunimos en la Fundación
Joaquín Díaz donde tuvimos una charla de presentación del propio
Joaquín que nos ilustró sobre la importancia de la etnología en cultura y
educación musical y de cómo comenzó su trabajo de investigación que ha culminado
en un archivo y un espacio cultural tan excepcional en la Villa de Urueña.
Luego visitamos las salas de exposición donde al lado de una gran colección de
instrumentos folclóricos, mecánicos y campanas hay diversos teclados y dos
pianos de Clementi y uno de Collard & Collard.
Por la
tarde del domingo estaba programado un concierto a cargo de Nano
Stern y Jon
Wasserman que nos perdimos por tener que hacer el viaje de regreso.
Sin embargo, gracias al consejo y la amabilidad de José Gabriel Sanabria,
pudimos asistir a un ensayo privado la noche anterior, un privilegio que nos
permitió disfrutar en un ambiente íntimo la excelencia de estos músicos, a los
cuales se unió el versátil Luis Delgado en la percusión.
En resumen, ha sido una experiencia muy enriquecedora, una ocasión para conocer excelentes personas y para compartir nuestro trabajo sobre Clementi.
Conferencia Muzio Clementi y el pianoforte |
Recital Beethoven de Míriam Gómez Morán |
Museo Luis Delgado |
Fundación Joaquín Díaz. La Casona. |
Rafael Marijuán. |
Joan Josep Gutiérrez |
Joaquín Díaz mostrando la colección de campanas. |
Jon Wasserman (guitarra) y Nano Stern (nyckelharpa) |
Vista de la muralla de Urueña. |
Enlaces:
Simposio El teclado a examen. https://funjdiaz.net/simposio.php?id=2306
El piano Broadwood y Miriam Gómez. https://www.youtube.com/watch?v=juC-UaXquNI&t=16s
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